¿Tienes una joya y no estás seguro de si es de plata auténtica? A simple vista, puede ser difícil diferenciarlo de otros metales como el acero o la alpaca.
Sin embargo, existen trucos sencillos que puedes hacer en casa para comprobarlo. Descubre los mejores métodos para identificar si tu anillo es realmente de plata.
Busca el sello de autenticidad
La mayoría de las joyas de plata llevan un sello o marca que indica su pureza. Busca en el interior del anillo números como 925, 900 o 800. Estos indican el porcentaje de plata en la aleación:
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925: 92,5% de plata (plata de ley)
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900: 90% de plata
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800: 80% de plata
Si tu anillo no tiene ninguna marca, eso no significa que no sea de plata, pero es un primer indicio para dudar de su autenticidad.
Prueba con un imán
La plata no es magnética, por lo que si acercas un imán y la joya se pega, es probable que no sea de plata auténtica. Sin embargo, algunos metales no magnéticos pueden parecerse a la plata, por lo que es mejor combinar este método con otros.
Frotarlo con un paño blanco
Frota tu anillo con un paño blanco y limpio. Si notas que el paño se ensucia con un color negro o grisáceo, es una buena señal: la plata se oxida con el tiempo y deja ese tipo de marcas. Si el anillo no deja rastro, podría ser otro metal.
Prueba del hielo
La plata es un excelente conductor térmico. Para comprobarlo, coloca un cubo de hielo sobre el anillo y observa qué tan rápido se derrite. Si se derrite más rápido de lo normal, es una señal de que tu anillo podría ser de plata.
Usa vinagre o limón
Aplica unas gotas de vinagre blanco o jugo de limón en una pequeña zona del anillo. Si es de plata auténtica, no cambiará de color. Si empieza a volverse verdoso o amarillento, es probable que sea otro metal.
¿Es tu anillo de plata?
Si tu anillo ha pasado varias de estas pruebas, es muy probable que sea de plata auténtica. Si aún tienes dudas, lo mejor es acudir a un joyero profesional para una verificación definitiva.
Un anillo de plata no solo es una joya, sino una pieza que puede acompañarte toda la vida. ¿Ya sabes si el tuyo es auténtico?
