En el mercado existen muchos tipos de joyas, creadas con diferentes materiales, de distintos tamaños y de distintas formas. Aunque la mayoría de los orfebres suelen utilizar el Oro, también son muy comunes materiales como la Plata, el acero inoxidable y otros metales de gran resistencia. En este sentido, para aportar un mayor valor, vistosidad y durabilidad a todos estos materiales, suelen utilizarse técnicas especiales de protección como los baños de Oro y chapados de Oro.
¿Quieres conocer en qué consisten estos procesos y sus principales diferencias? ¡Sigue leyendo!
Se trata de procesos que se utilizan en la fabricación de joyas, destinados a aplicar una o varias capas de Oro a una pieza ya elaborada en un metal de menor valor y pureza, como es el caso de la plata, el cobre o el acero, entre otros materiales comunes.
Ambas son técnicas que se aplican con la finalidad de embellecer las joyas, mejorar su calidad y hacerlas más resistentes.
Son métodos similares, pero que guardan diferencias puntuales que vale la pena conocer a la hora de adquirir joyería:
El baño de oro es el más sencillo, porque requiere de menos micras. Lo primero que se hace es cortar las capas que serán utilizadas, por lo regular de 1 a 2 unidades, para posteriormente cubrir el metal de menor nobleza y soldar con fuego.
Estas capas son finas y solo se pueden retirar de la pieza al ser limadas o raspadas, por lo que requieren de un mayor cuidado por parte del consumidor, ya que al ser expuestas a continuos roces, accidentes o un uso cotidiano que lo va desgastando. Por tal razón, suele aplicarse a metales fuertes como la plata y el cobre.
El chapado, a diferencia del baño de Oro, es más resistente, porque utiliza mayor número de micras de oro para cubrir el metal de base, cerrando sus bordes con golpes delicados pero precisos. No se utiliza fuego, lo que en definitiva permite que se pueda retirar incólume o con un desgaste propio del uso, pero completo.
Las joyas de este estilo suelen ser un poco más caras que las bañadas en oro.
Saber en qué consiste el baño de oro y el chapado de oro te ayudará a tomar decisiones acertadas e inteligentes a la hora de adquirir tus joyas, porque ambas técnicas presentan ventajas, pero siempre dependerá de tus necesidades al adquirir una joya.
Los dos procesos son eficientes para proteger y embellecer un metal de menor pureza. Además, ambos aportan luz, brillo, resistencia y valor. Sin embargo, si deseas una joya con un acabado más duradero que no requiera de mucho cuidado, entonces deberás optar por el chapado, ya que, como hemos comentado anteriormente, resulta ser una técnica más fuerte y duradera.
Por otro lado, recuerda que las piezas de oro puro siempre serán la mejor opción y en Fina García contamos con un amplio stock de cadenas, pendientes, anillos y mucho más, a los mejores precios del mercado.
Si quieres tener más detalles sobre estos u otros métodos utilizados en el mundo de la joyería, no dudes en comunicarte con nuestro equipo.
Recuerda que no solo somos una tienda de joyas, en Fina García somos tus aliados a la hora de complementar tu look con una pieza única y de calidad.
¿Quieres conocer en qué consisten estos procesos y sus principales diferencias? ¡Sigue leyendo!
¿Qué es un baño o chapado de Oro?
Se trata de procesos que se utilizan en la fabricación de joyas, destinados a aplicar una o varias capas de Oro a una pieza ya elaborada en un metal de menor valor y pureza, como es el caso de la plata, el cobre o el acero, entre otros materiales comunes.
Ambas son técnicas que se aplican con la finalidad de embellecer las joyas, mejorar su calidad y hacerlas más resistentes.
¿Cómo son las técnicas del baño y del chapado de Oro?
Son métodos similares, pero que guardan diferencias puntuales que vale la pena conocer a la hora de adquirir joyería:
Proceso para el baño de Oro
El baño de oro es el más sencillo, porque requiere de menos micras. Lo primero que se hace es cortar las capas que serán utilizadas, por lo regular de 1 a 2 unidades, para posteriormente cubrir el metal de menor nobleza y soldar con fuego.
Estas capas son finas y solo se pueden retirar de la pieza al ser limadas o raspadas, por lo que requieren de un mayor cuidado por parte del consumidor, ya que al ser expuestas a continuos roces, accidentes o un uso cotidiano que lo va desgastando. Por tal razón, suele aplicarse a metales fuertes como la plata y el cobre.
Proceso de chapado de Oro
El chapado, a diferencia del baño de Oro, es más resistente, porque utiliza mayor número de micras de oro para cubrir el metal de base, cerrando sus bordes con golpes delicados pero precisos. No se utiliza fuego, lo que en definitiva permite que se pueda retirar incólume o con un desgaste propio del uso, pero completo.
Las joyas de este estilo suelen ser un poco más caras que las bañadas en oro.
Baño de Oro o chapado de Oro, ¿cuál es mejor?
Saber en qué consiste el baño de oro y el chapado de oro te ayudará a tomar decisiones acertadas e inteligentes a la hora de adquirir tus joyas, porque ambas técnicas presentan ventajas, pero siempre dependerá de tus necesidades al adquirir una joya.
Los dos procesos son eficientes para proteger y embellecer un metal de menor pureza. Además, ambos aportan luz, brillo, resistencia y valor. Sin embargo, si deseas una joya con un acabado más duradero que no requiera de mucho cuidado, entonces deberás optar por el chapado, ya que, como hemos comentado anteriormente, resulta ser una técnica más fuerte y duradera.
Por otro lado, recuerda que las piezas de oro puro siempre serán la mejor opción y en Fina García contamos con un amplio stock de cadenas, pendientes, anillos y mucho más, a los mejores precios del mercado.
Fina García: especializados en joyas con baño de Oro y chapado de Oro
Si quieres tener más detalles sobre estos u otros métodos utilizados en el mundo de la joyería, no dudes en comunicarte con nuestro equipo.
Recuerda que no solo somos una tienda de joyas, en Fina García somos tus aliados a la hora de complementar tu look con una pieza única y de calidad.
